El transeúnte miró cuando clavaban en el tronco de un samán un cartel de metal que tenía la siguiente inscripción “CRISTO VUELVE”. Luisiana Pérez Con el tiempo la inscripción se fue borrando poco a poco a medida que el óxido iba apoderándose del metal. Cierto día, al pasar por el camino que lo conduce hacia su trabajo, miró que de la inscripción no quedaba nada y recordó al amor que, al igual que Cristo, no volvió… El transeúnte sintió un clavo lacerándole la vida y se conmovió al pensar que el óxido del tiempo puede borrar hasta las más ingentes promesas. Francisco José Aguiar
Este blog contiene exclusivamente el trabajo literario de Francisco José Aguiar, licenciado por la universidad de San Carlos; narrador, poeta y dramaturgo. Lcdo. en Educación por la Universidad Nacional Ezequiel Zamora, cursó el Taller de Formación Teatral que auspició la Compañía Nacional de Teatro (CNT) en el 2014. Publica y colabora con diversos medios venezolanos entre los que se cuenta la Revista Memoralia.