Luisana Pérez Miguel – mientras titilaba por la fiebre – pensaba sobre lo duro que es luchar contra un monstruo invisible. En su delirio golpeaba el aire con la intención de vencer al virus que lo mantenía en una habitación llena de máquinas ruidosas… golpeaba el aire frenéticamente hasta quedarse rendido. Cuando volvía en sí miraba con recelo a los doctores y enfermeras que, por su aspecto, parecían astronautas y preguntaba por su mamá. A lo que le respondían: “Por tu condición no puede estar aquí. Pero a las tres de la tarde te hará una vídeo llamada”. En la clínica se enteró de la muerte de muchos familiares y conocidos, así que en su mente se fijó una idea: inventar un aparato que hiciera visible al enemigo que asolaba a sus seres queridos para vencerlo. Cuando lo dieron de alta Miguel se metió en su laboratorio y al cabo de unos meses – después del obstinado ensayo y error – inventó unos lentes que hacían visible al monstruo que casi le quita la vida…
LAS MONTAÑAS DE LOS POETAS A Mermin Valiente Mientras observo al Tiramuto vienen a mi mente montañas latinoamericanas por obra y gracia de sus poetas. A la mayoría de ellas no las he visto ni en postales, pero las he visto desde los ojos de quienes le han prodigado canciones, es decir, las he visto con sus mejores galas. *El conquistador por más que quiso no pudo borrar las voces que son flor y canto en la blanca Iztaccíhuatl y en el horizonte que surcan aves para hermosear el paisaje. Iztaccíhuatl, a ti llegué por Salvador Pliego una mañana de abril y desde entonces no hago más que admirarte. *Por Rubén Darío caí en cuenta que en Centroamérica hay un cono gigantesco que se refleja en el armonioso espejo del lago de Managua… su nombre es Momotombo y ha sido proclive a más de una leyenda. Momotombo, te miras en tu lago y se acrecienta el enigma en mi corazón de poeta. *En la cordillera de la costa venezolana la sonrisa del Ávila enamora a los caraqueñ